martes, 26 de enero de 2010
Niños en cuerpos de adultos
Los adultos que se comportan tal cual adolescente, emulando al personaje infantil Peter Pan -escrito por el escocés James Barrie en 1904- además de ser divertidos y entusiastas, son irresponsables, inmaduros, inseguros y despreocupados por la vida.
Se dice que quienes se comportan de esta manera padecen el “síndrome de Peter Pan”, termino que creó en 1966 el siquiatra Eric Berne, quien lo utilizó para referirse a ese niño que todos llevamos dentro.
En 1983, el sicólogo Dan Kiley lo empleó para dirigirse a aquellos individuos que, siendo adultos se niegan a crecer emocionalmente. Un año más tarde, describió como poseedores del síndrome de Wendy a quienes actúan como padres o protectores incondicionales de su pareja o gente próxima.
Niño en cuerpo adulto
El sindrome de Peter Pan es la incapacidad o falta de deseo de la persona por crecer, con el afán de continuar con un comportamiento joven incorrecto para su edad, siendo más propensos a experimentarlo los hombres que las mujeres.
Y es que estas personas se quedan estancadas y renuncian a madurar y dirigir su vida hacia determinada dirección.
El problema surge al no superar la adolescencia y querer sentirse siempre jovial -como en la Tierra de Nunca Jamás de la historia de Peter Pan, en donde el lema es “ser niño toda la vida”-.
Los adultos de nivel socioeconómico medio alto hacia arriba son quienes más padecen el síndrome porque fueron criados como reyes y nunca se les exigió nada a cambio, y de esa cuenta, en la etapa adulta renuncian a trabajar por lo que quieren.
Los padres tienen mucha culpa de ello porque dan demasiada accesibilidad sin exigir responsabilidades.
Los progenitores deben empezar a designar obligaciones a sus hijos desde que son pequeños y no habituarlos a dárselos todo de forma fácil. Desde la infancia se les debe dar el biberon hasta cierta edad, enseñarles a ir al baño, administrar el dinero, etcétera, pero nunca se les debe dar las cosas regaladas.
Toda esta serie de circunstancias terminan por dañar la vida emocional del individuo a largo plazo, causándole baja autoestima, dependencia hacia otra persona y el querer obtener resultados sin poner nada de su parte.
Malos hábitos
"Mi amor, levántate que ya es hora de que vayas a la escuela", es una de las frases con las que se ejemplifica una de las malas costumbres de las madres, quienes son las que por lo general miman a sus hijos.
Esto debe ser eliminado y dejar que, en este caso en particular, se levanten solos y asuman el compromiso de asistir a sus clases o al trabajo.
Lo que puede llegar a pasar es que cuando ese chico se case, lo único que hará es cambiar de madre, y en ese momento quien tomará el rol será su esposa.
Deben sentir en carne propia la vida, porque en la calle las cosas no son fáciles.
Síndrome de Wendy
Son las mujeres las más expuestas a afrontar esta condición.
Al contrario del Peter Pan egoísta, Wendy representa a aquellas féminas bondadosas, dadivosas y que siempre están al cuidado de alguien.
Ambos casi siempre se terminan encontrando, pero los dos actúan mal.
¿Cómo solucionarlo?
Sea varón o mujer, a ambos se les ha de hacer saber que están por un mal camino.
Si bien ellos rechazarán que están en un embrollo, hay que demostrarles con motivos válidos para que entren en razón, explican los expertos en salud mental.
Ellos recomiendan buscar ayuda profesional para que estas personas lleguen a alcanzar la madurez propia de su edad.
Será un proceso largo y difícil, pero se logra.
Como es un niño en cuerpo de adulto?
Aunque resulta dificultoso identificarlos, a continuación se detallan algunas de sus características:
1-Las personas adultas que le gustan los dibujos animados? Una posible causa es que cuando eran niños no tuvieron la oportunidad de tener una TV. por motivo de pobreza.
2-Las personas adultas que le gustan jugar como si fueran niños? una posible causa es que cuando eran pequeño tuvieron pocos amigos. La razon de esto, es porque no tenian hermanos y sus padre no lo dejaban jugar con los demas niños. Mi recomendacion es, que cada pareja deberían tener mas de un niño, para que el primero no crezca con falta de emociones y consentido.
3-Evitan las responsabilidades.
4-Evaden el compromiso.
5-Tienen miedo a estar solos.
6-Su vestimenta muchas veces es más acorde a la de un adolescente.
7-Es inseguro, aunque aparenta lo contrario.
8-En la mayoría de ocasiones, depende de alguien que cubra sus necesidades.
9-Resulta estar insatisfecho con lo que posee, pero no busca una solución.
10-Está acostumbrado a recibir, pedir y criticar, más que a dar o hacer.
11-Es narcisista y egocéntrico.
12-Le gusta presumir de que es mas que este o mas que aquel.
Colaboracion de: Felix Pilier
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